24 noviembre, 2015



Le gustaba beber té de jazmín; 
con una cucharada de miel, agua hirviendo
 y dos hielos. 
Tenía la sonrisa acomodada
y el brillo en la mirada 
de quién tiene un buen recuerdo. 

Recorría las letras de su diario 
como si quisiera reconstruir los recuerdos 
con pases de magia,
soltaba un suspiro largo 
y golpeaba la punta de su bolígrafo en el papel.
Al terminar se quitaba las gafas de pasta dura, 
mordía una de las patitas 
y daba un sorbo a su taza de té. 

Miraba a su marido recostado a su lado, 
escribiendo en su agenda 
las actividades del siguiente día; 
se recostaba en su pecho 
y le leía poesía para explicarle su amor, 
él hacía como que la entendía, 
le besaba la frente y le acariciaba el cabello 
sin dejar de mirar su móvil. 

Ella le quitaba dulcemente los anteojos, 
el móvil y las ganas del cuerpo, 
se quedaba dormida sobre su pecho 
mientras él le rezaba 
alguna poesía que no entendía. 

14 agosto, 2014




Un café, 
Un té,
Tu mirada,
Mi sonrisa,
Tu respiración, 
Mi pulso,
Te acercas,
Te observo,
Tu tren,
El mío,
Tu beso,
Mi despertador.

23 abril, 2014


Darte cuenta que el universo comienza y acaba dentro de ti mismo.

Que cuando logras conocerte, re conocerte y amarte profundamente nace el milagro más grande jamás creado. Tu vida es solo tuya, tus pensamientos, sentimientos y emociones también.

Emociónate al mirar la luna, al oler una flor, al sentir cómo late tu corazón, al respirar oxígeno y saber que eso es vida. Siente ese inmenso amor con el que fuiste creado; a imagen y semejanza.

Ese amor que te hace llegar hasta las lágrimas de alegría, ese que se desborda por tu pecho, ese que te abraza con tu existencia, ese que sabe para qué fuiste creado, ese que se regocija al saberte en unión y comunión.

Ese pequeño espacio sagrado de tu corazón en el que todo es posible.

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