No hay como un buen habano para levantarle el ánimo a uno, o un vecino que hoy se dignó a hablarte y no solo eso, sino ofrecerte ayuda mientras afanosamente le quitas unos tallones a tu coche.
Cada luna tiene su propia historia.
Y yo me enamoré, como se enamoran las mujeres inteligentes;
como una idiota.
(suspiro)
…nostalgias satisfechas.
1 comentario:
Jaja, por eso me gustan las intligentes :)
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