04 septiembre, 2008

Tu perpendicular mirada se pierde en el escote de mi espalda y sube por el cuello. [salivas en secreto]

-No mires-, te digo esperando que no dejes de hacerlo, y con la extraña certeza de que tus labios pronto arrebatarán el lugar de mi sostén.

-No puedo dejar de hacerlo-, susurras mientras muerdes la sábana que oculta tu calor encendido.

Nada termina como planeamos, pero todo empieza mejor de lo esperado.

2 comentarios:

mariposasalvuelo dijo...

Vengo hoy a un lugar, a donde las pequeñas que conocí, hoy son mujeres. Y me llena de emoción, descubrir estas facetas. Descubro hoy, a esa niña de enormes y preciosos ojos en los que bien se pueden divisar las alas y las llamas también y ambas...igualmente bellas.
Me encantó.
TQM UN beso grandeeee11

gLeN dijo...

Mil gracias Ale =) yo también te quiero mucho.