21 agosto, 2009

Llueve, escucho la lluvia golpeando mi ventana, abro los ojos y tu me miras, con una sonrisa me invitas un café. El lugar huele muy rico pero el perfume de tu cabello me gusta mas.

-Un latte Alto por favor- sugieres con tu ego por delante, tus ojos chispeantes me miran,

-¿lo de siempre?, me preguntas-

- hoy sin crema batida pero con canela - te digo levantando mi ceja derecha.

Busco un sillón cómodo con la mirada, acomodo el cuello de mi abrigo y como de fotografía retro, un sillón marrón adorna la esquina de la pared morada y junto a él un revistero vintage.
Regresas con los cafés en mano y te acomodas cerca de mi, sorbo mi café y atraviesas tu cuerpo sobre mi para llegar al revistero. Regresas lentamente, tu cara frente a la mía, tu mirada en mis labios.

-tienes algo aquí- y tocas con tu pulgar mi mejilla mientras terminas de acercar tu cara y de un movimiento lames la comisura de mis labios.

-se te estaba resbalando un beso- me dices regresando la mirada a tu café.

2 comentarios:

Dovhdovh dijo...

¿Starbucks?

Mucho gusto.

gLeN dijo...

Si, Starbucks.
Es como una moda deliciosa y humeante.
:)

gracias por pasar.